martes, 9 de noviembre de 2010

ismael miranda




El cantante Ismael Miranda toma una postura frontal y central como compositor y líder vocal antes de grabar un álbum más definitivo con Harlow en 1971 y seguir en solitario. El enunciado aquí era hacer camino y la razón de fotografiar a Miranda, separando los flecos de la chaqueta de Larry, mientras se forjaba un camino aparte de la Orquesta de Harlow. Un anfitrión de los mejores arregladores del momento hace la coreografía de la música para las letras.

Aquí un joven Miranda extiende sus alas de la composición, escribiendo cinco de los nueve temas, abriendo con el éxito que da título al álbum “Abran Paso.” Anunciando su bravura con un fuerte llamado y respuesta entre las trompetas y los trombones, el arreglo de Javier Vásquez se ajusta a la letra audaz, al unirse los bronces y armonizar con cada uno, haciendo espacio para los soneos cargados de Ismael. Los golpes de bongó de Manny Oquendo entre las notas agregan una dimensión electrizante, que eriza la piel y que como un reflejo te hace mover. Redondeando la sección rítmica con Frankie Rodríguez en congas y los timbales hábilmente manejados por Phil Newsum, miembro original de la orquesta de Harlow del barrio Harlem Este de Nueva York, “Abran Paso” es un credo de independencia cultural autodefinido y poderoso: audaz y arrogante, a la vez que espiritual, sensible y comprensivo.

Otro número de Miranda, “Donde Llevas el Son” recuerda el proceso del sello Alegre de hacer un prefacio a la música con una conversación entre los artistas. Aquí, hablan sobre la dirección del ritmo “son.” Luego, el son montuno afrocubano golpea fuerte, mientras entra firmemente en una sensación relajada casi de cha cha. Harlow mantiene su solo rítmico, bien hablado y que fluye sin dificultad con todo lo que está sucediendo a su alrededor, incluidos los golpes funky de las líneas de bajo de Joe Santiago, que enmarcan los contragolpes del bongó y la conga.

“Se Casa la Rumba” de Hugo González, toma el paso en un estilo bailable y de pasos salseros, donde Maelito y Justo Betancourt (que está en el coro junto con Yayo El Indio y Marcelino Guerra) conversan durante el mambo, justo antes que los trombones entren con una moña, seguida por las trompetas de Larry Spencer y Ralph Castrello en un ritmo contrapunteado a los trombones de Lewis Kahn y Leopoldo Pineda.

“Abandonada Fue” cuenta otra vez el cuento de un hombre engañado por una mujer. Es otro número de Miranda que le habla a la decepción y traición, presentando un dinámico solo de piano de Harlow que bordea en lo clásico antes de retirarse al típico. Sabroso!

“Vengo Virao” de Tite Curet Alonso agrega combustible extra al fuego de Miranda, comparando la llegada del cantante con la de un tiburón: agitado, concentrado y mortal. Saliendo del camino que está cruzando y viniendo oblicuamente…Miranda trae a los orishas, provocando a Changó.

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